El FPS, o Factor de Protección Solar, es un indicador de la capacidad de un protector solar para proteger tu piel de los rayos ultravioleta (UV) del sol. El número que acompaña al FPS representa la relación entre el tiempo que tarda tu piel en quemarse con el protector solar y el tiempo que tarda sin protección.
Por ejemplo, si tu piel se quemaría después de 10 minutos de exposición al sol sin protección, un protector solar con FPS 30 te brindaría una protección 30 veces mayor. Esto significa que podrías permanecer al sol 300 minutos (10 minutos x 30) antes de quemarte.
Ahora, si consideramos un FPS 50, estaríamos hablando de una mayor protección. En este caso, podrías exponerte al sol durante 500 minutos (10 minutos x 50) antes de quemarte. Como ves, a medida que aumenta el FPS, se incrementa la protección y el tiempo que puedes pasar al sol sin quemarte.
Siguiendo esta línea, un FPS 75 te proporcionaría una protección aún más alta. En este caso, podrías exponerte al sol durante 750 minutos (10 minutos x 75) antes de sufrir una quemadura.
Es importante tener en cuenta que la elección del FPS adecuado depende de diversos factores, como el tipo de piel, la intensidad de la radiación solar y la duración de la exposición. Si tienes una piel más sensible o si vas a pasar mucho tiempo al aire libre, es recomendable optar por un FPS más alto para una protección adicional.
Recuerda que el FPS se enfoca principalmente en la protección contra los rayos UVB, que son los responsables de las quemaduras solares. Sin embargo, es igualmente importante protegerse de los rayos UVA, que pueden penetrar más profundamente en la piel y contribuir al envejecimiento prematuro y al riesgo de cáncer de piel. Por eso, es aconsejable buscar protectores solares de amplio espectro, que protejan tanto contra los rayos UVB como los UVA.
En resumen, el FPS en los protectores solares indica el nivel de protección contra los rayos UVB y te ayuda a determinar cuánto tiempo puedes exponerte al sol sin quemarte. Recuerda elegir el FPS adecuado para tu tipo de piel y utilizar el protector solar de manera adecuada para protegerte de los dañinos rayos del sol.